"OrgÃa" es el tÃtulo del mural pintado por Reez Ruiz, un artista emergente originario de Ciudad Juárez, Chihuahua. Reez actualmente recide en la Ciudad de México donde esta desarrollando sus mas recientes trabajos.
Los maestros deben de pensar como diseñadores. Esto es debido a que los maestros constantemente estan diseñando.
The Design Thinking Toolkit para Educadores contiene los proceso y metodos de diseño, adaptados especÃficamente para el contexto de la educación.
Este es el link para que esten mejor enterados de este programa originado en la escuela de nivel preescolar Riverdale Country School.
www.designthinkingforeducators.com
Why Design Thinking? from Design Thinking for Educators on Vimeo.
The Design Thinking Toolkit para Educadores contiene los proceso y metodos de diseño, adaptados especÃficamente para el contexto de la educación.
Este es el link para que esten mejor enterados de este programa originado en la escuela de nivel preescolar Riverdale Country School.
www.designthinkingforeducators.com
Why Design Thinking? from Design Thinking for Educators on Vimeo.
El siguiente es un cortometraje dirigido por "The Panchits" y producido por "Sake".
Un gran trabajo de cámara con imágenes audaces acompañadas de una voz que narra su experiencia al andar en dos ruedas.
En poco más de 2 minutos se logra apreciar como la ciudad se abre ante nosotros y como se vive de diferente manera al usar una bicicleta.
"Andar en Bici es como tener alas en las piernas"
Un gran trabajo de cámara con imágenes audaces acompañadas de una voz que narra su experiencia al andar en dos ruedas.
En poco más de 2 minutos se logra apreciar como la ciudad se abre ante nosotros y como se vive de diferente manera al usar una bicicleta.
"Andar en Bici es como tener alas en las piernas"
Comparto con ustedes este artÃculo publicado en Publimetro Colombia. Escrito por Pablo Arrieta mejor conocido como Xpectro quien ha entendido la gran importancia de las redes sociales y las nuevas tecnologÃas en proceso de aprendizaje. De esta manera nos ilustra con algunos casos a nivel mundial.
Pero lo más curioso fue que, gracias a nuestros actuales servicios de cÃrculos de amistades virtuales, llegaron también cientos de misivas de "desconocidos". Si bien sus nombres no me los recuerdan de inmediato, casi todos incluyeron en su mensaje una palabra que en mi casa significa mucho: "profe".
Soy hijo y hermano de profesores. A lo largo de mi vida, en libros, actividades reales y hasta en pelÃculas, he descubierto, respetado y agradecido las palabras de aquellos que guÃan con su ejemplo y acción a otros seres humanos hacia la comprensión de un tema o alguna actividad.
Por esto es que quiero abrir mi nuevo espacio de escritura con una historia que mezcla tecnologÃa, educación, revolucionarios, apasionados y sorpresas para cada uno de los integrantes de la misma. ¿Les interesa?
Hace un par de semanas Sebastian Thrun, un profesor de la universidad de Stanford, Estados Unidos, contaba cómo una clase que dictó a estudiantes en su salón a la vez fue abierta para que cualquier interesado, sin estar matriculado en la universidad, pudiera tomarla. La respuesta fue impactante: miles de alumnos hicieron el curso y, sin nota, completaron las lecciones e incluso entregaron proyectos finales.
Llegaban correos de alumnos que pagaron no con dinero sino con atención y sacrificio personal el curso. Incluso hubo un estudiante en Afganistán que, bajo las bombas y con sólo una hora al dÃa de conexión a internet, finalizó las lecciones. Al ver el video de la charla de Thrun, uno alcanza a sentir la emoción que embarga al docente al compartir las historias tras los estudiantes. Pero sobre todo, se percibe la sorpresa que el número y lo variado del auditorio causaron en los maestros responsables del curso.
Si bien esperaban una respuesta multitudinaria debido al prestigio de la universidad, de los docentes y el interés que el tema despierta (era un curso de Inteligencia Artificial), nunca sospecharon la avalancha de asistentes y lo internacional y variado que resultó siendo el grupo de pupilos. Tan impresionante resultó la experiencia que Thrun declara que se le volvió imposible pensar en regresar a enseñar en una universidad tradicional.
Asà nace Udacity.com, una universidad que aspira a educar en cada curso a cientos de miles de estudiantes en el mundo entero. De forma gratuita, con la barrera del idioma, que seguramente pronto será eliminada por el trabajo de personas que de manera voluntaria traducirán los contenidos como ya ocurrió con el curso de Stanford.
Ahora bien, Thrun se inspiró a su vez en el proyecto de otra persona quien, sin proponérselo, ha cambiado la forma como se distribuye la educación: Salman Khan. En este caso, el docente accidental se propuso ayudar a unos parientes para que tomaran unos examenes estatales. Como ellos se encontraban a miles de kilómetros de Salman, decidió filmar las explicaciones y enviárselas por YouTube. Lo interesante es que las dejó públicas, asà que cada clase fue vista no sólo por sus parientes sino por cientos de personas que le agradecÃan y fueron pasando la voz sobre la existencia de los videos.
Prontamente la respuesta fue tan grande que Khan recibió fondos y abrió lo que se conoce hoy como la Khan Academy: una escuela sin puertas, en la que uno se inscribe y va tomando lecciones sobre temas, bien sea de manera personal o, lo que es más sorprendente, como parte de las tareas de clase de un curso más formal. El trabajo de Salman Khan ha facilitado y modificado la labor de muchos docentes quienes en su salón recomiendan hacer los ejercicios y han variado la metodologÃa de sus sesiones grupales convencionales.
Los mecenas para la obra de Khan no se hicieron esperar: Bill y Melinda Gates, Google y otros han aportado en lo que pasó a ser una actividad de tiempo completo para su creador. 2800 videos vistos más de 116 millones de veces, distribuidos bajo Creative Commons (unas licencias de propiedad intelectual que no reservan todos los derechos sino que permiten que otras personas utilicen libremente el material, respetando lineamientos dados por el autor), demuestran que no sólo los parientes de Khan necesitaban aprender de otra manera los temas expuestos.
En Stanford se abrieron otros cursos, como el de Andrew Ng, que atrajo más de cien mil alumnos.Si bien es un grato reconocimiento a la labor del maestro, esto ha despertado preguntas dentro de las universidades. Es claro que hay una tierra por descubrir, pero con cautela se han lanzado a su conquista. Muchas instituciones abrieron cursos este año, incluyendo a Stanford, que ofreció 10 clases este semestre. También hay otra opción infaltable: iTunes U, de Apple, que hace tiempo ya distribuye videos de cientos de cursos de las más prestigiosas universidades y que hace unas cuantas semanas se convirtió en aplicación independiente para los dispositivos iOS (iPhone, iPad, iPod). Ojalá universidades locales tomen nota y se lancen a la aventura, pues hay carencia de contenidos desarrollados en nuestras tierras. Pero bien, para los interesados, hay gente que ha seleccionado 400 cursos interesantes que pueden ser tomados cuando se quiera. Es cuestión de decidirse a hacerlo.
Los modelos de enseñanza están abiertos a cambios y experimentación, y si bien para muchos esto sea extraño, lo interesante es que se va a aprender mientras se enseña, y eso nos puede beneficiar a todos, bien sea como espectadores o participes.
Si bien son experiencias únicas para los pupilos, para los docentes son mucho más relevantes pues dan pistas de cómo abordar un tema, exponerlo, manejar un auditorio y hacer que la materia sea atractiva y vital. ImagÃnen por un momento lo interesante que podrÃa ser entrar al salón de clase de Albert Einstein, Aristóteles, Franz Liszt, escuchar una clase de Gropius o tantos otros desconocidos que influyeron a grandes hombres... de pronto no es el tema de la clase sino la forma como se dictó el curso. Contamos con historias y memorias, pero hasta hoy la idea de conservar para la posteridad el trabajo diario que ocurre en un aula era imposible para muchos.
En un paÃs con la geografÃa tan accidentada y las barreras que muchos estudiantes tienen que superar para capacitarse, como es el nuestro, el trabajo de estos pioneros educadores digitales tiene mucho campo para germinar. Para la muestra, den una vuelta por los canales de YouTube y encontrarán cientos de personas que prenden una cámara y comparten sus conocimientos sobre los más variados temas con el mundo. Todos podemos aprender de un maestro, sea él experto en monopatines o ella una genial maquilladora.
Lo hermoso de la educación es que es circular, y si bien algunos son maestros en un tema, el uso de lo digital les permite encontrar expertos en video o animación que les enseñan a su vez trucos para mejorar sus cursos. De pronto, el mundo se ha convertido en un enorme salón de clases, en donde damos tanto como recibimos.
Yo ya me matriculé para tomar el curso de construcción de buscadores (algo asà como para ponerle la competencia a Google quienes, por cierto, apoyan a Udacity y es donde trabaja Thrun). No se requieren conocimientos previos. Hay otro curso para programar un carro robot. De seguro algunos de ustedes se sentirán más tentados por este segundo. Arrancan el 21 de Febrero, en cualquier pantalla cercana. ¿Se le miden?
Bienvenidos a este nuevo espacio... Espero que sirva para enseñar y aprender entre todos. Si leyeron este texto en la versión de papel de Publimetro, los invito a que lo relean en la versión digital pues en ella incluyo links a contenido adicional, que me resulta imposible hacer desde estas páginas. Si lo leyeron en la versión digital, se les agradece pasar la voz para que otros lean y descubran lo que consideran interesante.
Postweet: Si Jonathan Franzen odia tanto los ebooks y sus lectores, deberÃa ser coherente y no vender su obra en dicho formato.
@xpectro
Docente y experto en tecnologÃa.
Aqui comparto el link de su página http://xpectro.free.fr/
Francisco Pablo Arrieta / Xpectro. FografÃa tomada de Publimetro Colombia. |
Hace unos dÃas llegué al cuarto piso de mi vida. Para recibirme, cientos de mensajes electrónicos fueron enviados por familia, amigos y conocidos. Fue lindo y emocionante volver a saber de tanta gente que uno extraña sin saberlo, esos que se han ido escapando dÃa a dÃa pero que vuelven cuando la situación lo amerita.
Pero lo más curioso fue que, gracias a nuestros actuales servicios de cÃrculos de amistades virtuales, llegaron también cientos de misivas de "desconocidos". Si bien sus nombres no me los recuerdan de inmediato, casi todos incluyeron en su mensaje una palabra que en mi casa significa mucho: "profe".
Soy hijo y hermano de profesores. A lo largo de mi vida, en libros, actividades reales y hasta en pelÃculas, he descubierto, respetado y agradecido las palabras de aquellos que guÃan con su ejemplo y acción a otros seres humanos hacia la comprensión de un tema o alguna actividad.
Muchas veces su labor es desinteresada y las consecuencias de la enseñanza llevan a quien la supo aprovechar a descubrir realidades, cambiar actitudes, inspirar carreras, generar cambios y lograr hacer de este un mundo mejor.
Por esto es que quiero abrir mi nuevo espacio de escritura con una historia que mezcla tecnologÃa, educación, revolucionarios, apasionados y sorpresas para cada uno de los integrantes de la misma. ¿Les interesa?
Hace un par de semanas Sebastian Thrun, un profesor de la universidad de Stanford, Estados Unidos, contaba cómo una clase que dictó a estudiantes en su salón a la vez fue abierta para que cualquier interesado, sin estar matriculado en la universidad, pudiera tomarla. La respuesta fue impactante: miles de alumnos hicieron el curso y, sin nota, completaron las lecciones e incluso entregaron proyectos finales.
Llegaban correos de alumnos que pagaron no con dinero sino con atención y sacrificio personal el curso. Incluso hubo un estudiante en Afganistán que, bajo las bombas y con sólo una hora al dÃa de conexión a internet, finalizó las lecciones. Al ver el video de la charla de Thrun, uno alcanza a sentir la emoción que embarga al docente al compartir las historias tras los estudiantes. Pero sobre todo, se percibe la sorpresa que el número y lo variado del auditorio causaron en los maestros responsables del curso.
Si bien esperaban una respuesta multitudinaria debido al prestigio de la universidad, de los docentes y el interés que el tema despierta (era un curso de Inteligencia Artificial), nunca sospecharon la avalancha de asistentes y lo internacional y variado que resultó siendo el grupo de pupilos. Tan impresionante resultó la experiencia que Thrun declara que se le volvió imposible pensar en regresar a enseñar en una universidad tradicional.
Asà nace Udacity.com, una universidad que aspira a educar en cada curso a cientos de miles de estudiantes en el mundo entero. De forma gratuita, con la barrera del idioma, que seguramente pronto será eliminada por el trabajo de personas que de manera voluntaria traducirán los contenidos como ya ocurrió con el curso de Stanford.
Ahora bien, Thrun se inspiró a su vez en el proyecto de otra persona quien, sin proponérselo, ha cambiado la forma como se distribuye la educación: Salman Khan. En este caso, el docente accidental se propuso ayudar a unos parientes para que tomaran unos examenes estatales. Como ellos se encontraban a miles de kilómetros de Salman, decidió filmar las explicaciones y enviárselas por YouTube. Lo interesante es que las dejó públicas, asà que cada clase fue vista no sólo por sus parientes sino por cientos de personas que le agradecÃan y fueron pasando la voz sobre la existencia de los videos.
Prontamente la respuesta fue tan grande que Khan recibió fondos y abrió lo que se conoce hoy como la Khan Academy: una escuela sin puertas, en la que uno se inscribe y va tomando lecciones sobre temas, bien sea de manera personal o, lo que es más sorprendente, como parte de las tareas de clase de un curso más formal. El trabajo de Salman Khan ha facilitado y modificado la labor de muchos docentes quienes en su salón recomiendan hacer los ejercicios y han variado la metodologÃa de sus sesiones grupales convencionales.
Los mecenas para la obra de Khan no se hicieron esperar: Bill y Melinda Gates, Google y otros han aportado en lo que pasó a ser una actividad de tiempo completo para su creador. 2800 videos vistos más de 116 millones de veces, distribuidos bajo Creative Commons (unas licencias de propiedad intelectual que no reservan todos los derechos sino que permiten que otras personas utilicen libremente el material, respetando lineamientos dados por el autor), demuestran que no sólo los parientes de Khan necesitaban aprender de otra manera los temas expuestos.
En Stanford se abrieron otros cursos, como el de Andrew Ng, que atrajo más de cien mil alumnos.Si bien es un grato reconocimiento a la labor del maestro, esto ha despertado preguntas dentro de las universidades. Es claro que hay una tierra por descubrir, pero con cautela se han lanzado a su conquista. Muchas instituciones abrieron cursos este año, incluyendo a Stanford, que ofreció 10 clases este semestre. También hay otra opción infaltable: iTunes U, de Apple, que hace tiempo ya distribuye videos de cientos de cursos de las más prestigiosas universidades y que hace unas cuantas semanas se convirtió en aplicación independiente para los dispositivos iOS (iPhone, iPad, iPod). Ojalá universidades locales tomen nota y se lancen a la aventura, pues hay carencia de contenidos desarrollados en nuestras tierras. Pero bien, para los interesados, hay gente que ha seleccionado 400 cursos interesantes que pueden ser tomados cuando se quiera. Es cuestión de decidirse a hacerlo.
Los modelos de enseñanza están abiertos a cambios y experimentación, y si bien para muchos esto sea extraño, lo interesante es que se va a aprender mientras se enseña, y eso nos puede beneficiar a todos, bien sea como espectadores o participes.
Si bien son experiencias únicas para los pupilos, para los docentes son mucho más relevantes pues dan pistas de cómo abordar un tema, exponerlo, manejar un auditorio y hacer que la materia sea atractiva y vital. ImagÃnen por un momento lo interesante que podrÃa ser entrar al salón de clase de Albert Einstein, Aristóteles, Franz Liszt, escuchar una clase de Gropius o tantos otros desconocidos que influyeron a grandes hombres... de pronto no es el tema de la clase sino la forma como se dictó el curso. Contamos con historias y memorias, pero hasta hoy la idea de conservar para la posteridad el trabajo diario que ocurre en un aula era imposible para muchos.
En un paÃs con la geografÃa tan accidentada y las barreras que muchos estudiantes tienen que superar para capacitarse, como es el nuestro, el trabajo de estos pioneros educadores digitales tiene mucho campo para germinar. Para la muestra, den una vuelta por los canales de YouTube y encontrarán cientos de personas que prenden una cámara y comparten sus conocimientos sobre los más variados temas con el mundo. Todos podemos aprender de un maestro, sea él experto en monopatines o ella una genial maquilladora.
Lo hermoso de la educación es que es circular, y si bien algunos son maestros en un tema, el uso de lo digital les permite encontrar expertos en video o animación que les enseñan a su vez trucos para mejorar sus cursos. De pronto, el mundo se ha convertido en un enorme salón de clases, en donde damos tanto como recibimos.
Yo ya me matriculé para tomar el curso de construcción de buscadores (algo asà como para ponerle la competencia a Google quienes, por cierto, apoyan a Udacity y es donde trabaja Thrun). No se requieren conocimientos previos. Hay otro curso para programar un carro robot. De seguro algunos de ustedes se sentirán más tentados por este segundo. Arrancan el 21 de Febrero, en cualquier pantalla cercana. ¿Se le miden?
Bienvenidos a este nuevo espacio... Espero que sirva para enseñar y aprender entre todos. Si leyeron este texto en la versión de papel de Publimetro, los invito a que lo relean en la versión digital pues en ella incluyo links a contenido adicional, que me resulta imposible hacer desde estas páginas. Si lo leyeron en la versión digital, se les agradece pasar la voz para que otros lean y descubran lo que consideran interesante.
Postweet: Si Jonathan Franzen odia tanto los ebooks y sus lectores, deberÃa ser coherente y no vender su obra en dicho formato.
@xpectro
Docente y experto en tecnologÃa.
Aqui comparto el link de su página http://xpectro.free.fr/
El siguiente es un texto publicado en la revista Arquine #57 cuya autorÃa corresponde a Ole Bouman. Me parece sumamente importante compartir este tipo de lectura a los arquitectos en general, principalmente a los jóvenes que apenas se enfrentarán con una serie de cambios que con el tiempo han hecho que esta profesión empiece a mutar una dirección cuyo final resulta ser impredesible.
¿Hay algo en la sociedad actual que sea tan evidentemente que no necesitemos discutirlo? Nada parece lo suficientemente decisivo como para anticiparse a las dudas. Las certezas fiables son escasas y casi nada puede darse ya por hecho. El lenguaje que usamos, los lugares donde vivimos, las clases sociales a las que pertenecemos, los oficios que prendemos, las instituciones para las que trabajamos, prácticamente todo y cada uno necesita ser justificado o defendido. Todos los dÃas se plantean preguntas que implican una confrontación: ¿es realmente importante o útil lo que estás haciendo?, ¿va a seguir siéndolo mañana? Comprobaciones de la realidad como éstas con frecuencia dan como resultado un cambio radical.
Las cosas no son distintas en la arquitectura. La complacencia con la que esta profesión se concentraba en la producción de formas y conceptos únicos –asà como la consiguiente publicidad- ha dado paso a un renovado interés por la trascendencia pública de la arquitectura. Al mismo tiempo, la incuestionabilidad del papel central que tradicionalmente ha despeñado esta disciplina en el diseño y la construcción de la sociedad está desvaneciendo. Como profesión, la arquitectura enfrenta ahora la fuerte competencia de otros especialistas en el proceso constructivo.
Como técnica, la arquitectura se ha convertido en parte de una cadena constructiva que va más allá de sus competencias particulares. Como forma artÃstica, se le critica con severidad como el lenguaje arcano de una elite de iniciados. Como actividad económica, está siendo socavada por todos lados, y tener un nivel de vida decoroso con la arquitectura se ha convertido en un desafÃo. No es de extrañar que la profesión busque con entusiasmo (aunque con algo de pánico) “la plusvalÃa” de la arquitectura y el “papel del arquitecto”. Resulta significativo que obtener definiciones precisas para estas expresiones esté lejos de ser un simple ejercicio.
Puede parecer irónico decir que, a pesar de estas incertidumbres, la nuestra es una época fantástica. Qué privilegiados somos de vivir en una etapa en la que una vez más tenemos que demostrar para qué son las cosas realmente y cómo nuestras acciones importan de verdad. ¡Qué bien poder defender una arquitectura de Consecuencias! Una arquitectura sin la que el mundo no puede vivir.
Lo mismo puede decirse del Instituto de Arquitectura de los PaÃses Bajos (NAi, por sus siglas en holandés), cuyo tema principal es la arquitectura. El NAi trabaja duro para justificar por qué organiza todos los años un amplio programa dedicado a la gloria de esta disciplina –mediante exposiciones que muestran dicha gloria y recopilación de los archivos que se expresan con base en esa gloria-. Por esta razón, el NAi ha hecho de la Arquitectura de Consecuencias explÃcitamente el núcleo de su programa de innovación. Si la arquitectura ha de ser celebrada, recopilada y discutida, que lo sea sólo como un arte que puede demostrar su carácter indispensable.
En este sentido, el NAi también tiene como objetivo impulsar la arquitectura contemporánea. Esto se puede hacer de forma continua, destacando no sólo la belleza de la arquitectura sino también sus logros genuinos. Al cuestionar en qué medida la arquitectura ofrece soluciones a nuestros problemas, se acredita a sà misma en el proceso. Lo hace colocando la arquitectura en el contexto directo de los problemas más acucinantes de nuestro tiempo y haciendo que su carácter indispensable sea irrefutable. De todo esto surgió el programa a largo plazo Arquitectura de consecuencias, una operación de ayuda para la arquitectura y, con ella, por supuesto, con el tiempo, una operación de ayuda para el propio NAi. Después de todo, una institución cultural que rescata el tema de su interés también recupera su propia razón de ser.
Han pasado dos años desde que se publicó el libro Architecture of Consecuence. Por medio de proyectos de diseñadores holandeses, este libro demuéstralo mucho que la arquitectura puede contribuir a mitigar los grandes desafÃos sociales relacionados con las limitaciones en los alimentos, la salud, le energÃa, el espacio y el tiempo, la cohesión social y la creación de valor. La exposición paralela actualmente se exhibe de manera itinerante por el mundo, y ha recibido una enorme respuesta.
En el mundo, hay una demanda enorme de ejemplos convincentes de arquitectura que ofrezca soluciones. En muchos casos, estas soluciones adoptan la forma de proyectos sociales, destinados a garantizar una mejora inmediata en las condiciones de vida, como se vio, por ejemplo en la exposición “Small sacale, big change (in underserved communities)” [Escala pequeña, gran cambio (en comunidades marginadas)], o en la obra de Architecture for Humanity [Arquitectura para la Humanidad]. Cada vez más, sin embargo, los proyectos no están respondiendo a una gran necesidad, sino a una gran oportunidad que ha estado siempre latente y que de repente se reinterpreta desde una nueva perspectiva de compromiso social. Ésta es la arquitectura que demuestra que existen todo tipo de posibilidades inesperadas para el cultivo de alimentos en zontas urbanas, para la creación de entornos saludables y sostenibles, el apoyo a las redes sociales y la creación de valores inmobiliarios sobre la base de nuevos modelos de ingresos.
Debido a su programa de innovación, cada vez con mayor frecuencia se pide al NAi que presente y explique esta historia. También se le solicita regularmente que calcule los benficios obtenidos, que medie en la búsqueda de los diseñadores adecuados para proyectos especÃficos y brinde asesorÃa en la reevaluación de programas de enseñanza. Las palabras, sin embargo, no bastan. En su sede en Rotterdam, el NAi utiliza estas nuevas evaluaciones para mejorarse. Mientras escribo estas lÃneas, se están dando los últimos toques a la renovación del NAi, que tendrá un edificio más sostenible, más social, más amplio, más saludable y más valioso. Por encima de todo esto, se está concibiendo un programa cultura que determinará por aportar más tiempo a la gente de lo que les cuesta. Y, sin embargo, no estamos del todo satisfechos con nuestras propias palabra y hechos. Está muy bien querer hacer de nuevo una arquitectura trascendente por sus diseños y debates, pero esto sólo se puede “probar” si en la práctica realmente funciona de esa manera. Y para lograrlo hay que mirar más allá de las intenciones y del análisis del diseño. Se tiene que escuchar a los propios usuarios quienes experimentan dÃa a dÃa si las buenas intenciones se hicieron realidad. Estos usuarios son los testigos que necesitamos para poder juzgar la calidad de la buena arquitectura. Y puesto que son usuarios, el punto no es un veredicto final, sino más bien una visión en curso que puede utilizarse directamente en nuevos proyectos.
Estos testimonios son la esencia de esta publicación y de la exposición que la acompaña. El tÃtulo lo dice todo: Testify! [¡Testifique!]. Probar que la arquitectura funciona –no sólo en su función directa, sino también en su alcance programático, en sus efectos culturales y en última instancia suvalor para la sociedad-. Demostrar que la arquitectura resuelve problemas. Mostrar esas consecuencias de la arquitectura fÃsica. Su atención se centra mucho más en las formas en que su espacio está organizado y, por lo tanto, en cómo la vida cotidiana y su telón de fondo fÃsico se influyen mutuamente.
Por lo tanto, no sorprende que el curador Lukas Feireiss haya optado al final por diseño que algunos lectores ni siquiera podrán reconocer como arquitectura.
Ése es un riesgo que estamos felices de tomar. La arquitectura se está reinventando a sà misma y no es de extrañar que nos asombremos de cómo se ve, de lo que arquitectura es y de lo que puede llegar a ser.
Ole Bouman es el nuevo director del Netherlands Architecture Institute (NAI).
http://www.icam-web.org/news.php?subnode_id=1&page_id=176
Un recorrido a través del Hualien Beach Resort diseñado por BIG.
www.big.dk
http://www.glessnergroup.com/
www.big.dk
http://www.glessnergroup.com/
Las reglas forman parte fundamental de cualquier grupo social por más pequeño que esté sea.
Las culturas, religiones y gobiernos no existirÃan sin un código que determinara una seria de responsabilidades y derechos, para tener como resultado el bienestar de todos los involucrados.
Esto es algo que Tom Sachs sabe muy bien y por eso ha desarrollado “Ten Bullets”, el código que ha de seguirse al pie de la letra en su estudio.
Tom Sachs es escultor con estudios en Bennington College, Bennington, Vermont y Architectural Association, London. Actualmente reside en Nueva York donde tiene su studio.