Aprendamos enseñando.

1:07:00 AM

Comparto con ustedes este artículo publicado en Publimetro Colombia. Escrito por Pablo Arrieta mejor conocido como Xpectro quien ha entendido la gran importancia de las redes sociales y las nuevas tecnologías en proceso de aprendizaje. De esta manera nos ilustra con algunos casos a nivel mundial.

Francisco Pablo Arrieta / Xpectro.
Fografía tomada de Publimetro Colombia.

Hace unos días llegué al cuarto piso de mi vida. Para recibirme, cientos de mensajes electrónicos fueron enviados por familia, amigos y conocidos. Fue lindo y emocionante volver a saber de tanta gente que uno extraña sin saberlo, esos que se han ido escapando día a día pero que vuelven cuando la situación lo amerita.

Pero lo más curioso fue que, gracias a nuestros actuales servicios de círculos de amistades virtuales, llegaron también cientos de misivas de "desconocidos". Si bien sus nombres no me los recuerdan de inmediato, casi todos incluyeron en su mensaje una palabra que en mi casa significa mucho: "profe".

Soy hijo y hermano de profesores. A lo largo de mi vida, en libros, actividades reales y hasta en películas, he descubierto, respetado y agradecido las palabras de aquellos que guían con su ejemplo y acción a otros seres humanos hacia la comprensión de un tema o alguna actividad.
Muchas veces su labor es desinteresada y las consecuencias de la enseñanza llevan a quien la supo aprovechar a descubrir realidades, cambiar actitudes, inspirar carreras, generar cambios y lograr hacer de este un mundo mejor.

Por esto es que quiero abrir mi nuevo espacio de escritura con una historia que mezcla tecnología, educación, revolucionarios, apasionados y sorpresas para cada uno de los integrantes de la misma. ¿Les interesa?

Hace un par de semanas Sebastian Thrun, un profesor de la universidad de Stanford, Estados Unidos, contaba cómo una clase que dictó a estudiantes en su salón a la vez fue abierta para que cualquier interesado, sin estar matriculado en la universidad, pudiera tomarla. La respuesta fue impactante: miles de alumnos hicieron el curso y, sin nota, completaron las lecciones e incluso entregaron proyectos finales.

Llegaban correos de alumnos que pagaron no con dinero sino con atención y sacrificio personal el curso. Incluso hubo un estudiante en Afganistán que, bajo las bombas y con sólo una hora al día de conexión a internet, finalizó las lecciones. Al ver el video de la charla de Thrun, uno alcanza a sentir la emoción que embarga al docente al compartir las historias tras los estudiantes. Pero sobre todo, se percibe la sorpresa que el número y lo variado del auditorio causaron en los maestros responsables del curso.

Si bien esperaban una respuesta multitudinaria debido al prestigio de la universidad, de los docentes y el interés que el tema despierta (era un curso de Inteligencia Artificial), nunca sospecharon la avalancha de asistentes y lo internacional y variado que resultó siendo el grupo de pupilos. Tan impresionante resultó la experiencia que Thrun declara que se le volvió imposible pensar en regresar a enseñar en una universidad tradicional.

Así nace Udacity.com, una universidad que aspira a educar en cada curso a cientos de miles de estudiantes en el mundo entero. De forma gratuita, con la barrera del idioma, que seguramente pronto será eliminada por el trabajo de personas que de manera voluntaria traducirán los contenidos como ya ocurrió con el curso de Stanford.

Ahora bien, Thrun se inspiró a su vez en el proyecto de otra persona quien, sin proponérselo, ha cambiado la forma como se distribuye la educación: Salman Khan. En este caso, el docente accidental se propuso ayudar a unos parientes para que tomaran unos examenes estatales. Como ellos se encontraban a miles de kilómetros de Salman, decidió filmar las explicaciones y enviárselas por YouTube. Lo interesante es que las dejó públicas, así que cada clase fue vista no sólo por sus parientes sino por cientos de personas que le agradecían y fueron pasando la voz sobre la existencia de los videos.

Prontamente la respuesta fue tan grande que Khan recibió fondos y abrió lo que se conoce hoy como la Khan Academy: una escuela sin puertas, en la que uno se inscribe y va tomando lecciones sobre temas, bien sea de manera personal o, lo que es más sorprendente, como parte de las tareas de clase de un curso más formal. El trabajo de Salman Khan ha facilitado y modificado la labor de muchos docentes quienes en su salón recomiendan hacer los ejercicios y han variado la metodología de sus sesiones grupales convencionales.

Los mecenas para la obra de Khan no se hicieron esperar: Bill y Melinda Gates, Google y otros han aportado en lo que pasó a ser una actividad de tiempo completo para su creador. 2800 videos vistos más de 116 millones de veces, distribuidos bajo Creative Commons (unas licencias de propiedad intelectual que no reservan todos los derechos sino que permiten que otras personas utilicen libremente el material, respetando lineamientos dados por el autor), demuestran que no sólo los parientes de Khan necesitaban aprender de otra manera los temas expuestos.

En Stanford se abrieron otros cursos, como el de Andrew Ng, que atrajo más de cien mil alumnos.Si bien es un grato reconocimiento a la labor del maestro, esto ha despertado preguntas dentro de las universidades. Es claro que hay una tierra por descubrir, pero con cautela se han lanzado a su conquista. Muchas instituciones abrieron cursos este año, incluyendo a Stanford, que ofreció 10 clases este semestre. También hay otra opción infaltable: iTunes U, de Apple, que hace tiempo ya distribuye videos de cientos de cursos de las más prestigiosas universidades y que hace unas cuantas semanas se convirtió en aplicación independiente para los dispositivos iOS (iPhone, iPad, iPod). Ojalá universidades locales tomen nota y se lancen a la aventura, pues hay carencia de contenidos desarrollados en nuestras tierras. Pero bien, para los interesados, hay gente que ha seleccionado 400 cursos interesantes que pueden ser tomados cuando se quiera. Es cuestión de decidirse a hacerlo.

Los modelos de enseñanza están abiertos a cambios y experimentación, y si bien para muchos esto sea extraño, lo interesante es que se va a aprender mientras se enseña, y eso nos puede beneficiar a todos, bien sea como espectadores o participes.

Si bien son experiencias únicas para los pupilos, para los docentes son mucho más relevantes pues dan pistas de cómo abordar un tema, exponerlo, manejar un auditorio y hacer que la materia sea atractiva y vital. Imagínen por un momento lo interesante que podría ser entrar al salón de clase de Albert Einstein, Aristóteles, Franz Liszt, escuchar una clase de Gropius o tantos otros desconocidos que influyeron a grandes hombres... de pronto no es el tema de la clase sino la forma como se dictó el curso. Contamos con historias y memorias, pero hasta hoy la idea de conservar para la posteridad el trabajo diario que ocurre en un aula era imposible para muchos.

En un país con la geografía tan accidentada y las barreras que muchos estudiantes tienen que superar para capacitarse, como es el nuestro, el trabajo de estos pioneros educadores digitales tiene mucho campo para germinar. Para la muestra, den una vuelta por los canales de YouTube y encontrarán cientos de personas que prenden una cámara y comparten sus conocimientos sobre los más variados temas con el mundo. Todos podemos aprender de un maestro, sea él experto en monopatines o ella una genial maquilladora.

Lo hermoso de la educación es que es circular, y si bien algunos son maestros en un tema, el uso de lo digital les permite encontrar expertos en video o animación que les enseñan a su vez trucos para mejorar sus cursos. De pronto, el mundo se ha convertido en un enorme salón de clases, en donde damos tanto como recibimos.

Yo ya me matriculé para tomar el curso de construcción de buscadores (algo así como para ponerle la competencia a Google quienes, por cierto, apoyan a Udacity y es donde trabaja Thrun). No se requieren conocimientos previos. Hay otro curso para programar un carro robot. De seguro algunos de ustedes se sentirán más tentados por este segundo. Arrancan el 21 de Febrero, en cualquier pantalla cercana. ¿Se le miden?

Bienvenidos a este nuevo espacio... Espero que sirva para enseñar y aprender entre todos. Si leyeron este texto en la versión de papel de Publimetro, los invito a que lo relean en la versión digital pues en ella incluyo links a contenido adicional, que me resulta imposible hacer desde estas páginas. Si lo leyeron en la versión digital, se les agradece pasar la voz para que otros lean y descubran lo que consideran interesante.

Postweet: Si Jonathan Franzen odia tanto los ebooks y sus lectores, debería ser coherente y no vender su obra en dicho formato.

@xpectro
Docente y experto en tecnología.

Aqui comparto el link de su página http://xpectro.free.fr/

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